Louis Roederer Brut Vintage 2015

Fascinado por la diversidad de expresión aromática de las cepas Pinot Noir en Champaña, Louis Roederer decide realizar su Vintage Brut basándose sobre la estructura y la potencia de los Pinots Noirs de la Montaña de Reims, allí donde las vides, expuestas al noreste, maduran más lentamente y a veces dan vinos rugosos y cerrados, al comenzar la crianza, pero cuya personalidad se afina y se intensifica notablemente, con la crianza en madera y con el tiempo. En 1850, Louis Roederer decide comprar más de 15 hectáreas en el Grand Cru de Verzenay, a fin de controlar mejor la elaboración de las uvas de esta cuvée.

El Brut Vintage es la perfecta expresión de las características del año de su cosecha. Solamente se produce en buenas añadas en las que la Maison Louis Roederer pueda obtener una espectacular calidad de las uvas de su viñedo. El Brut Vintage, Cuvée irrepetible de los vinos de un año en concreto, madura entre cuatro y cinco años sobre su propio sedimento y seis meses adicionales después del “degüelle".

Es difícil imaginar una revelación más auténtica de las virtudes que se conjugan en un terruño, la magia de un año y el "savoir faire" de Louis Roederer.

70% de Pinot Noir - 30% de Chardonnay - 8% de vinos vinificados en madera (toneles de roble) con un bazuqueo semanal - 16% de fermentación maloláctica. La cuvée Vintage Brut cuenta con un promedio de 4 años de maduración en cavas y un reposo de 6 meses tras el degüelle, a fin de perfeccionar su madurez. El dosaje se adapta a cada añada entre 8 y 10 g/l.
Estilo: Potente, sutil y rico.

Tipo de espumoso: Champagne

Variedad de uva: Pinot Noir, Chardonnay

Formato: 75 cl

Grado alcohólico: 12°

NOTA DE CATA:

Amarillo dorado con reflejos ligeramente ambarinos. Efervescencia luminosa y serena que se origina en toda la superficie de la copa.

Bouquet sutil que muestra, a primera nariz, cierta discreción: podemos encontrar notas primaverales de cítricos frescos (más a limonero que a limón), además de notas minerales más cálidas y casi ahumadas. Le siguen notas de crianza en toneles de roble que recuerdan a almendras ligeramente tostadas. Ataque amplio, enérgico, que casi «espolvorea» y acaricia el paladar. Proporciona una sensación de plenitud en boca, de materia sedosa, cargada de suavidad y equilibrio a la vez. El final es largo y persistente.